El espíritu quebrantado que no se resiste a la mano del Padre, es un elemento importe de la fertilidad en las almas donde Él trabaja. No es fortaleza lo que el busca de nosotros , sino debilidad; no poderosa resistencia; sino redención a Él. Todo el poder es Suyo; Su fortaleza se perfecciona en la debilidad.
Año de publicación:1984